martes, enero 11, 2005

Perros de la calle

A ver, una lista de cosas insoportablesssss... Quince segundos a partir de este momento y comenzamos... Ya! Tic tac tic tac... Los que andan en bici y en moto por la vereda para cortar camino; los kiosqueros que nunca tienen cambio; los jefes que exigen cumplir horario pero nunca llegan temprano; los cafés con mesas flojas; las baldozas flojas; las muelas flojas; los cafés con servilletas de papel que se deshacen cuando uno intenta escribir en ellas; los abogados que usan muletillas como "tiempo material" o "será justicia"; los yogures que dicen traer en el interior del envase una re súper sorpresa, pero que no es más que un sticker insignificante; los juguetes chinos "mirá qué baratitos" que los Reyes Magos compraron y que ya están en un 90 por ciento rotos; el calor; el cinturón, el pañuelo, el calzoncillo y la colonia Pibes que Papá Noel nos dejó en los arbolitos de nuestros respectivos parientes, igual que el año pasado y el anterior. Los programas de juegos y preguntas y respuestas que desde el lunes último invaden todos los horarios de todos los canales... ¡Tiempo!Así empezó el 2005, y así sigue: en tan sólo una semana se agotaron los discos de un otrora ignoto grupo musical llamado Callejeros, de repente los chicos llevan remeras con la leyenda Callejeros en el pecho, y en internet muchos usan como nickname la frase "Aguante Callejeros". Morrison, Rodrigo, Joplin, Moura, Prodan, Guevara. Todos remeras negras post mortem. Como www.callejeros.com.ar, que ahora no funciona y lo único que muestra es una pantalla absolutamente negra, como aquella tapa de Noticias de cuando lo mataron a José Luis Cabezas. Uno sigue la búsqueda en Google, hasta que aparece por fin una canción de Callejeros, que dice "...están cerrando para mí este lugar / Te regalan la remera con la foto actual / mi álbum se llenó con gente mortal / mis calles con afiches", y otra que canta en el estribillo "...brillan los fantasmas y en la sombra quedo yo / se queman gargantas con la niebla y el calor". ¿Premonitorio? Quién podría saberlo. Lo cierto es que ahora Chabán busca desesperado una puerta de emergencia para escaparse de los barrotes de la Justicia. Lo insoportable (otra cosa más en la lista) es que en este país muchos lograron encontrar esa puerta secreta, y por casos de estupidez tanto o más graves que el de Cromañón. Y sí, ante cosas como estas uno termina por sentirse más cerca del cromagnon que del homo sapiens.

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